A las corridas...
Para todos los que nos gusta andar corriendo
jueves, 29 de marzo de 2018
Periodizacion del ejercicio según ciclo menstrual
¿Sabes cómo afecta el ciclo menstrual a la capacidad de entrenamiento de la mujer?
A diferencia del hombre, que mantiene unos niveles hormonales estables durante todo el mes, la mujer sufre variaciones y picos hormonales que afectan su capacidad de fuerza, flexibilidad, recuperación, incidencia de lesiones y respuesta al entrenamiento.
Por esta razón, a veces las mujeres no muestran la respuesta esperable al entrenamiento aplicado (si lo aplica en algún día poco adecuado), y por esta razón a veces las mujeres rinden menos que sus pares varones con quienes entrenan (dejando de lado las diferencias anatómicas y de fuerza obvias entre sexos).
Los mejores días para rendir son los siguientes al inicio de la menstruación. Uno pensaría que cuando "te viene" son los días de peor rendimiento debido a las molestias normales. Pero durante esos días las concentraciones de hormonas femeninas son tan bajas que todo lo que es fuerza, resistencia y velocidad puede realizarse sin interferencias.
A medida que avanzan los días comienzan a subir los niveles de estrógeno y progesterona y comenzaremos a mostrar signos de su influencia.
Deportistas de resistencia verán mejoras en el rendimiento aeróbico a baja intensidad debido a la progesterona, pero empezarán a notar mas fatiga, sueño y hambre debido a sus efectos sobre el metabolismo, los cuales son máximos en la semana previa a la menstruación (semana en la cual es mejor hacer todo a baja intensidad y priorizar las recuperaciones)
La progesterona además aumenta la flexibilidad y laxitud de los ligamentos, esto puede ser bueno o malo...según el deporte y entrenamiento que se haga....
El pico de estrógenos que coincide con la ovulación, también coincide con el pico de incidencia de lesiones ligamentosas (¿coincidencia? mmm )
Siempre dije que corredor que se conoce corre con ventaja, ... corredora que se conoce y sabe que días exigirse, y que días es mejor ir a regenerar, corre con mucha mas ventaja!
martes, 6 de marzo de 2018
Antropometría
La antropometría es un estudio que permite conocer cuanto múscuo y cuanta grasa tenemos.
Para calcular la composición corporal tenemos que pesar al evaluado, medir su talla, medir una serie de perímetros (brazo, muslo, cintura, cadera), medir ciertos pliegues (reflejan la grasa acumulada debajo de la piel) y medir el tamaño de los huesos con los diámetros del codo, muñeca y rodilla.
La toma de estas medidas requiere rigurosidad y entrenamiento para asegurar que siempre se midan los mismos puntos y el correcto uso de los instrumentos por parte del técnico que realiza las mediciones.
Es importante además que la persona que va a ser evaluada no haya realizado deporte exigente el día de la evaluación ni se encuentre deshidratado ya que esto podría falsear los resultados.
La persona debe ser informada acerca del procedimiento, explicándole la necesidad de dejar el torso descubierto y no contraer los músculos si no se le solicita que lo haga. Se debe realizar las medidas en un espacio tranquilo y que asegure la privacidad del evaluado.
Con los datos obtenidos se obtiene la composición corporal del evaluado. La siguiente imágen son datos reales de un tenista amateur uruguayo.
Se pueden comparar los pliegues cutáneos respecto a adultos sanos o respecto a deportistas amateur o de elite. (Recordemos que los deportistas son mas magros que la población activa no deportista y que los que se dedican a nivel elite son mas magros que los que hacen deporte de forma amateur). Al comparar los valores de cada pliegue individual podemos detectar algún pliegue que este excesivamente grueso comparado al resto, por ejemplo en este caso el pliegue del tríceps es el único que supera al valor que habitualmente presentan los adultos sanos.
En otros casos es notorio el acumulo de grasa en zona abdominal y de caderas.
Conocer donde se tiende a acumular mas grasa de forma individualizada permite pensar estrategias de ejercicio y alimentación que ayuden a modificar esas zonas específicas y no recomendar la misma pauta de entrenamiento y alimentación a todo el mundo.
El estudio también permite colocar al evaluado en una somatocarta y compararlo con deportistas de su misma disciplina o consigo mismo (usando datos de una evaluación previa).
En la somatocarta veremos el somatotipo del evaluado, cuanto mas arriba se coloque mas mesomorfo es. El individuo ectomorfo puro es aquel que tiene muy poca masa por área de superficie corporal, es decir que tiene muy poca grasa y muy poco músculo en relación a su estatura y tamaño del esqueleto. Podemos encontrar personas meso-ectomorfas, es decir que poseen buena masa muscular y muy poca grasa.
El sujeto endomorfo es lo opuesto al ectomorfo, tiene mucha masa por área de superficie corporal, y a no ser que combine un alto grado de mesomorfismo (meso.endomorfo), en el endomorfo puro predomina la masa grasa sobre la muscular
En próxima gráfica se ilustra un ejemplo real; el cuadrado naranja a los maratonistas argentinos (Ref. F. Holway 2012), en verde a uno de los maratonistas que entreno medido en febrero de 2017 (con buen % graso pero muy bajo de masa muscular), y en azul al mismo atleta medido el día de ayer, luego de un año de cumplir siempre con el entrenamiento planificado y de seguir pautas de alimentación adecuadas para su deporte.
Los cambios registrados lo acercan al perfil de referencia (en este caso maratonista) y nos indica que ha ganado masa muscular (está mas mesomorfo) y ha perdido grasa (se movió hacia el ectomorfismo)
La correcta lectura e interpretación de los resultados de una antropometría es clave a la hora de planificar una dieta y un plan de entrenamiento con objetivos de modificar la composición corporal.
Si deseas realizarte una antropometría en Montevideo y conocer cómo modificar tu composición corporal para mejorar en el deporte que realizas, puedes consultarme por horarios y costo al 099 193 913
Para calcular la composición corporal tenemos que pesar al evaluado, medir su talla, medir una serie de perímetros (brazo, muslo, cintura, cadera), medir ciertos pliegues (reflejan la grasa acumulada debajo de la piel) y medir el tamaño de los huesos con los diámetros del codo, muñeca y rodilla.
La toma de estas medidas requiere rigurosidad y entrenamiento para asegurar que siempre se midan los mismos puntos y el correcto uso de los instrumentos por parte del técnico que realiza las mediciones.
Es importante además que la persona que va a ser evaluada no haya realizado deporte exigente el día de la evaluación ni se encuentre deshidratado ya que esto podría falsear los resultados.
La persona debe ser informada acerca del procedimiento, explicándole la necesidad de dejar el torso descubierto y no contraer los músculos si no se le solicita que lo haga. Se debe realizar las medidas en un espacio tranquilo y que asegure la privacidad del evaluado.
Con los datos obtenidos se obtiene la composición corporal del evaluado. La siguiente imágen son datos reales de un tenista amateur uruguayo.
Se pueden comparar los pliegues cutáneos respecto a adultos sanos o respecto a deportistas amateur o de elite. (Recordemos que los deportistas son mas magros que la población activa no deportista y que los que se dedican a nivel elite son mas magros que los que hacen deporte de forma amateur). Al comparar los valores de cada pliegue individual podemos detectar algún pliegue que este excesivamente grueso comparado al resto, por ejemplo en este caso el pliegue del tríceps es el único que supera al valor que habitualmente presentan los adultos sanos.
En otros casos es notorio el acumulo de grasa en zona abdominal y de caderas.
Conocer donde se tiende a acumular mas grasa de forma individualizada permite pensar estrategias de ejercicio y alimentación que ayuden a modificar esas zonas específicas y no recomendar la misma pauta de entrenamiento y alimentación a todo el mundo.
El estudio también permite colocar al evaluado en una somatocarta y compararlo con deportistas de su misma disciplina o consigo mismo (usando datos de una evaluación previa).
En la somatocarta veremos el somatotipo del evaluado, cuanto mas arriba se coloque mas mesomorfo es. El individuo ectomorfo puro es aquel que tiene muy poca masa por área de superficie corporal, es decir que tiene muy poca grasa y muy poco músculo en relación a su estatura y tamaño del esqueleto. Podemos encontrar personas meso-ectomorfas, es decir que poseen buena masa muscular y muy poca grasa.
El sujeto endomorfo es lo opuesto al ectomorfo, tiene mucha masa por área de superficie corporal, y a no ser que combine un alto grado de mesomorfismo (meso.endomorfo), en el endomorfo puro predomina la masa grasa sobre la muscular
Los cambios registrados lo acercan al perfil de referencia (en este caso maratonista) y nos indica que ha ganado masa muscular (está mas mesomorfo) y ha perdido grasa (se movió hacia el ectomorfismo)
Si deseas realizarte una antropometría en Montevideo y conocer cómo modificar tu composición corporal para mejorar en el deporte que realizas, puedes consultarme por horarios y costo al 099 193 913
jueves, 1 de marzo de 2018
Lesiones tendinosas
Los tendones son estructuras que unen el músculo al hueso, están
formadas por tejido colágeno. Su función es la de transferencia de fuerzas:
traccionan al esqueleto cuando el músculo se contrae y generan el movimiento de
un segmento corporal. También colaboran en la estabilización de las
articulaciones que integran y absorben las fuerzas de impacto (actúan como “resortes”
devolviendo la energía en forma elástica para reducir la fuerza necesaria para realizar
el movimiento).
Las lesiones tendinosas pueden ser agudas o por sobreuso,
siendo éstas últimas las más frecuentes entre corredores.
El término tendinitis
suele utilizarse popularmente para referirnos a lesiones agudas con un marcado
componente inflamatorio, pero lo correcto es hablar de tendinopatía. El término
tendinosis ya no se utiliza.
Dada su ubicación superficial los tendones también
pueden sufrir traumatismos, laceraciones o sección. Con menos frecuencia
veremos tendinopatías de etiología infecciosa, reumática o gotosa.
Los tendones se adaptan el entrenamiento haciéndose más
gruesos y resistentes. Los ejercicios que más exigen a los tendones de las
piernas son los sprints, los saltos y la carrera en bajada. Si el plan de
entrenamiento implica una sobrecarga excesiva, o no se respetan los tiempos
adecuados de recuperación entre sesión y sesión, puede ocurrir que el tendón no
tenga tiempo de repararse y fortalecerse y de a poco se instale la lesión.
Sobre este punto cabe señalar que el concepto de sobrecarga y tiempo adecuado
de recuperación es individual para cada atleta, y que determinarlos es un desafío
importante que enfrentan los entrenadores.
A veces ocurre que las cargas y el descanso son adecuados
pero el corredor tiene una biomecánica defectuosa y exige más el lado derecho
que el izquierdo, o impacta de forma desalineada, o usa un calzado que no es el
adecuado para su cuerpo y superficie de entrenamiento y en estos casos también puede
ocurrir la tendinopatía.
El diagnóstico es clínico y se basa en la historia clínica y
el examen físico. El paciente relata una historia de sobrecarga de entrenamiento,
con dolor al inicio del ejercicio que mejora luego de entrar en calor y empeora
al enfriarse. Al examinarlo se localiza el dolor en la topografía del tendón y
duele al estirar y contraer el músculo. En ocasiones hay inflamación del tendón
o contractura muscular asociada.
En general se hace diagnóstico en el consultorio, pero en algunos
casos puede ser necesario solicitarse estudios como ecografía o resonancia,
cuando se desea conocer en detalle una lesión con posible indicación
quirúrgica, o se trata de lesiones que no han respondido bien al tratamiento
previo.
Respecto al tratamiento hay que tener en cuenta que es
necesario por corregir los factores predisponentes y desencadenantes de la
actual lesión.
La rehabilitación empieza cuando se ha controlado el dolor y
la inflamación de la etapa aguda, en deportistas se evita la inmovilización sea
prolongada (en general con 2 a 7 días es suficiente), y pueden realizarse
modalidades de entrenamiento cruzado que no exijan al tendón lesionado (por
ejemplo natación en vez de correr). La movilización precoz evita el
desacondicionamiento físico y favorece el aumento de la circulación local y los
procesos de cicatrización.
Luego de superada la etapa aguda será necesario realizar
estiramientos y fortalecimiento, guiado por un profesional para asegurar que el
tendón esté en condiciones de tolerar la carga de entrenamiento una vez que se
retome la actividad
El retorno a la actividad
deportiva debe ser gradual, considerando el desacondicionamiento que existió
durante el periodo de reposo.
domingo, 18 de febrero de 2018
Hielo y antiinflamatorios después de entrenar. ¿moda o recuperadores?
Está muy difundida la práctica de usar hielo (o frío) + antiinflamatorios después
de entrenar para mejorar la recuperación.
El frío enlentece el metabolismo celular reduciendo la
producción de sustancias pro-inflamatorias en la zona. Estas sustancias atraen
agua desde la sangre al tejido y provocan el edema (hinchazón), además actúan
sobre los nervios sensitivos provocando dolor. Por eso es el principal aliado en
el tratamiento precoz de la mayoría de las lesiones deportivas, ya que si hay
menos inflamación habrá menos dolor y menos edema.
Pero las sustancias pro-inflamatorias también tienen una
acción beneficiosa y es que atraen células desde la sangre para que reparen el
tejido lesionado. Entonces nos encontramos con que el hielo es un arma de doble
filo: por un lado baja el dolor y el edema, pero por otro lado hace que lleguen
menos células reparadoras al sitio de lesión.
Cuando hay una lesión, el proceso inflamatorio puede agregar
más daño al tejido (que se suma al causado por la lesión en si misma). Por
ejemplo en un esguince de tobillo por rotura parcial de un ligamento, el edema
va a provocar rigidez y adherencias en los tejidos que luego van a dificultar
la rehabilitación. En estos casos los beneficios de usar hielo y suprimir la producción
de sustancias pro-inflamatorias superan al hecho de reducir el número de
células reparadoras.
Cuando hablamos del hielo o los antiinflamatorios para reducir el dolor post entrenamiento el tema es
diferente.
Cuando uno entrena busca sobrecargar de alguna manera al cuerpo (sea
por el kilometraje acumulado o por la velocidad sostenida o por los kilos
levantados en las pesas).
Esta sobrecarga ocasiona pequeños daños en el
músculo, en los tendones y en los huesos (todo daño genera inflamación y gracias
a las sustancias pro-inflamatorias llegarán las células reparadoras al tejido).
Luego cuando descansamos el cuerpo repara estos micro daños con éstas células,
supercompensa y se hace más fuerte.
Pero si usamos hielo y antiinflamatorios después de entrenar, ¿no estaremos
suprimiendo el proceso inflamatorio buscado? ¿no estaremos suprimiendo el
mecanismo que hace que el cuerpo supercompense y se haga más fuerte?
La recomendación médica es que el hielo y los antiinflamatorios se usen solamente
cuando el daño generado por entrenamiento sea mayor al esperado (lesión o casi lesión),
o que se usen luego de las competencias: cuando uno no busca supercompensación y
necesita estar apto para volver a entrenar o competir a los pocos días, pero
que no se haga costumbre de usar hielo y antiinflamatorios solo por usar, solo porque todos lo
hacen o porque nos genera discomfort estar con dolores musculares.
viernes, 19 de enero de 2018
Perfil de corredor uruguayo - cuanto y como corremos
Introducción:
Se estima que actualmente en Estados Unidos unas 34 millones
de personas salen a correr de forma habitual. Uruguay no escapa a la tendencia
mundial, durante los últimos 10 años se ha registrado un gran crecimiento en la
población que sale a correr, y participa de las carreras de calle.
Según datos de la última encuesta sobre hábitos deportivos y
actividad física (Montevideo, mayo 2016) la participación de los uruguayos en
actividades deportivas ha crecido desde un 40% en 2005, a un 52% en 2015.
Hoy en día trotar o correr es la principal actividad
deportiva recreativa de nuestra población (73% de los encuestados), siendo la
motivación de la mayoría: el deporte para la salud, la recreación y la
socialización, con tan solo un 1% de los encuestados realizando deporte de
manera profesional.
La empresa de cronometraje Kronos es la encargada de la toma de tiempo en las carreras más populares
de nuestro medio. Y en su página web publica estadísticas anuales de
participación en las carreras. Según datos de la empresa durante el 2014 se
registraron 54741 inscripciones a carreras de calle (27517 personas), 53,4% varones, 46,6% mujeres., y la mayoría
de los corredores situados entre los 20 y 39 años, siendo el segmento más
numeroso el de 20 a 29 años en ambos sexos.
La participación
en carreras de calle a nivel mundial es en su mayoría amateur, la tendencia es
al aumento en el número de participantes sin aspiraciones de rendimiento
deportivo, personas cuyo objetivo es principalmente el de completar el
recorrido y disfrutar el deporte.
Esta tendencia queda en evidencia cuando vemos que a medida
que aumenta el número de inscriptos a las grandes maratones a nivel mundial, el
promedio de tiempos de llegada se hace cada vez más lento: mientras que en 1980
en Estados Unidos la participación en maratones era reducida, el tiempo de
llegada en promedio era de 3:32:17, para el año 2002, ya con una masiva
participación en la distancia, el tiempo de llegada promedio había ascendido
a 4:20:04.
¿Y por casa
cómo andamos?
No se sabe
bien, no hay estudios al respecto.
Por eso para la monografía del postgrado elegí analizar el
perfil del corredor uruguayo: participación, objetivos, características del
entrenamiento y prevalencia de lesiones. Aplique una encuesta a casi 500
corredores y me hice china procesando las respuestas.
(Luego de eliminar a los
chistosos de siempre terminé con 488 encuestas válidas).
Los resultados fueron similares a los obtenidos en estudios
en otros países, y algunos resultados fueron inesperados. En esta note te
presento alguno de ellos.
Fueron encuestados 488 corredores de los cuales 278 (57%)
eran varones, y 210 (43%) mujeres.
El 60% se encontraban entre las edades de 26 a 45 años. Con
un porcentaje de participación similar entre hombres y mujeres en el rango de
26 a 35 años., pero mayor en hombres para el resto de los rangos etarios
Los hombres muestran mayor participación en el deporte
dentro de los rangos más extremos de edades: < de 18 años y > de 66 años,
siendo nula la participación de mujeres por encima de los 66 años.
Objetivos:
A nivel mundial la participación en carreras de calle es en
su mayoría amateur, personas cuyo objetivo es principalmente el de completar el
recorrido y el de disfrutar del deporte. En nuestro país ocurre lo mismo, el
64,5% de los encuestados manifestaron objetivos recreativos (39,34% como
actividad de tiempo libre, y 25,2% para
mejorar la salud).
El porcentaje de hombres y de
mujeres dentro de los corredores recreativos es similar.
Entre los corredores competitivos
(amateur y elite) los hombres son mayoría:
Dentro los corredores
semi-profesionales o profesionales el 85% son hombres.
De los corredores
amateur competitivos el 75% son hombres y d de los corredores que quieren
mejorar sus marcas el 65,89% son hombres.
La mayor parte
de los corredores profesionales o semi-profesionales, y los del subgrupo
amateur competitivo: tienen entre 18 y 35 años.
Uun 10% de los profesionales son
menores de 18 años, y no hay profesionales mayores de 55 años.
La mayoría de los corredores que corren con el objetivo de
mejorar sus marcas se encuentra en la franja de 26 a 45 años.
La mayoría de los corredores recreativos, (que corren por
salud o como actividad de tiempo libre), tienen entre 35 y 55 años, y todos los
corredores mayores de 66 años se encuentran en éste grupo.
El 46,7% de los encuestados se clasificaron como
principiantes (menos de 3 años de experiencia).
La mayoría de los corredores contaban con 1 a 3 años de
experiencia (36,27%) y los corredores experimentados (7 o más años de
experiencia) constituyeron el 29,5% del total de encuestados. Solamente el 7,9%
de los encuestados tenían más de 16 años de experiencia
Entrenamiento
La mayoría
de los corredores alternan entrenamientos en solitario con entrenamientos
grupales (59,63%), Las mujeres muestran
una tendencia a preferir los entrenamientos grupales sobre los solitarios (mujeres que entrenan
siempre en grupo 24,8% vs 16,1% de varones).
41,3% de los
corredores entrenan con algún grupo de running y siguen la planificación general
que el entrenador del grupo les marca.
Un 35,4% de
los corredores siguen un plan de entrenamiento que fue diseñado de forma
personalizada por su entrenador, y un 7% siguen un plan de entrenamiento que
bajaron de internet, leyeron en un libro o fue recomendado por un amigo.
El 16% de
los encuestados no sigue ningún plan de entrenamiento, dentro de ellos el 40% entrenan
solos.
Respecto a
la frecuencia semanal de entrenamiento y kilometraje semanal: la mayoría corre
de 1 a 3 veces por semana, el 36 % entrena 4 a 5 veces por semana y una minoría
(15%) entrena más de 5 veces por semana.
Los hombres
muestran una mayor frecuencia de entrenamiento, el 42,4% entrena 4 a 5 veces
por semana (vs 32% de las mujeres)
48% de las
mujeres encuestadas corren solamente 2 o 3 veces por semana.
Mientras que
casi el 6% de las mujeres corren 1 vez por semana, tan solo el 2,8% de los
hombres corre 1 vez por semana.
Son muy
pocos los corredores que realizan más de 8 sesiones semanales, siendo hombres
casi la totalidad de los mismos.
El 50,4% de
los encuestados no participan en otros deportes además de correr.
Entre los
que si lo hacen, el deporte complementario más practicado es el ciclismo,
seguido por la natación y en tercer el fútbol. Casi el 7% de los corredores
habituales son triatletas.
Casi el 40%
de los corredores acumulan menos de 30km por semana, el 27,66% corren entre 31
y 40km y el 20,49% corren entre 41 y 65km semanales.
Tan solo el
9% acumula entre 66 y 80km semanales y el 3,6% corre más de 81 km por semana.
Los hombres
corren más kilómetros por semana que las mujeres: el 50,1% de las mujeres
corren menos de 30km por semana, mientras que en hombres la cifra es del 30,22%.
Solamente una mujer y 8 hombres
reportaron correr más de 100km semanales.
Quienes entrenan
con objetivos competitivos son quienes más kilómetros acumulan durante la
semana. Quienes corren con objetivos de mejorar su salud o como actividad de
tiempo libre rara vez pasan de 65 km semanales, de hecho la mayoría se
encuentra por debajo de los 30km semanales.
Llama la
atención que el 10% de los corredores profesionales o semi-profesionales hayan
reportado correr entre 66 y 80km semanales, mientras que el 20,83% de los
amateur competitivos realizan dicho kilometraje.
Solamente
los corredores profesionales o semi-profesionales reportaron correr más de 121
km, y ninguno de los encuestados corrió más de 150 km semanales.
Respecto al
terreno preferido para entrenar, el 68,46% de los corredores eligen el asfalto.
Los terrenos
naturales como pasto, caminos de tierra y arena se encuentran en segundo lugar
con un 24,59%.
En tercer lugar
la pista de atletismo (27%) y en último lugar la cinta de correr como principal
superficie de entrenamiento.
Participación
en carreras
Las carreras
de calle son los eventos más elegidos (87,5%), seguidas por las carreras de Cross
Country (23,5%) y en tercer lugar las de trail (22,1%).
La distancia
de competencia más popular son los 10km, (71%) en segundo lugar están las
medias maratones (42,6%), en tercer lugar las carreras de 5km (24%) y en cuarto
lugar las maratones (20,5%).
Las ultra
maratones, las carreras de medio fondo y las carreras de velocidad son las que
registran menor participación.
El 38% de
los encuestados refieren participar en menos de 5 carreras por año, un 29,3%
participan en 6 a 12 carreras por año. El 13% participan en 13 a 18 carreras y
una minoría (5,94%) participa en más 19 carreras al año.
Cuando
analizamos la participación en carreras según sexo vemos que la mayoría de las
mujeres encuestadas participan en menos de 5 carreras por año (41,9%) mientras
que el 28% lo hace en 6 a 12 carreras. En hombres las cifras son: el 34,8% participando
en menos de 5 carreras por año y el 30,2% en 6 a 12.
Es mayor la
cantidad de hombres que de mujeres participando en más de 19 carreras al año
(6,83% vs 4,76%) y es mayor la cantidad de mujeres que refieren no participar
en carreras (15,2% vs 12,2%).
Los
segmentos etarios que registran mayor participación en carreras (13 a 18 por
año) son los de 46 a 55 años y los mayores de 65 años.
Los
corredores que registran el mayor porcentaje de participación (más de 19
carreras al año) son los amateur competitivos y los que registran el menor
porcentaje son aquellos que corren por salud.
Luego sigue
una masa acerca del tipo de lesiones que sufren con más frecuencia y su
prevalencia. Pero eso será asunto de la próxima nota.
Si alguien quiere difundir estos resultados le agradezco que
cite la fuente. Fue un trabajo de meses y estaría bueno se reconozca el
esfuerzo de quien lo realizó
Con todos los datos obtenidos en la encuesta, en el futuro
se podrán plantear estudios que vinculen lesiones específicas con ciertas
características del corredor y su entrenamiento.
Ver, asociar y aprender, de eso se trata.
Me voy a correr
martes, 2 de enero de 2018
EJERCICIO EN LA ALTURA
El problema
del ejercicio en la altura surgió por primera vez al momento de realizarse los
juegos olímpicos de México 1968 a una altura de 2240 mts. En dicha ocasión los
deportistas locales dominaron todas las pruebas de resistencia, superando a
deportistas que vivían y entrenaban a nivel del mar.
Actualmente
los mejores atletas de resistencia son keniatas y etíopes quienes entrenan a
2500-3000 mts de altura, sin duda sus condiciones antropométricas, estilo de
vida y régimen de entrenamiento influyan en los resultados, pero la
aclimatación a la hipoxia les otorga una ventaja a la hora de competir con
atletas que viven y entrenan a nivel del mar. Esto también se ve en deportes de
equipo, cuando equipos que viven en la altura superan a equipos visitantes
superiores a ellos, pero que no han tenido aclimatación a la altura.
La FIFA
desde 2007 prohíbe competencias en alturas > 2750 mts.
La presión
atmosférica a nivel del mar 760mmHg y disminuye en la altura (250 mmHg a 8800
mts de altura). Disminuye por tanto también la presión parcial de todos los
gases que la componen, incluido el
oxígeno. Esto afecta al individuo que realiza esfuerzo físico en la
altura ya que se ve expuesto a una situación de hipoxia, con menor gradiente de
presiones parciales para realizar el intercambio gaseoso, en el aire alveolar y
por ende menor oferta de O2 a los tejidos activos. En la altitud se
reduce casi un 70% el gradiente de difusión entre la presión de oxigeno de la
arteria y la presión de oxigeno de los tejidos.
Cabe aclarar
que aunque la presión atmosférica varia, el porcentaje de los gases en el aire
que respiramos permanece invariable desde el nivel del mar hasta grandes alturas.
A cualquier altura el aire siempre contiene 20.93% de oxígeno, un 0.03% de
dióxido de carbono y un 79.04% de nitrógeno. Solo las presiones parciales
cambian.
La
temperatura del aire se reduce a medida que aumenta la altitud 6,5°C cada 1000
mt. El ambiente en la altura es hostil al ser humano ya que sumado a los
vientos se pueden generar situaciones de hipotermia más fácilmente.
En la altura
la humedad es menor. Cuando un ser humano respira en altura introduce en sus
pulmones aire más frío y con muy poco vapor de agua, este aire se calienta en
la vía aérea hasta que alcanza la temperatura corporal de 37°C y el vapor de
agua al 100%. Por lo tanto en la altura se produce pérdidas importantes de agua
corporal al respirar La menor humedad favorece también la evaporación del sudor
haciendo que sea más fácil la deshidratación.
La radiación
ionizante será mayor conforme se aumenta la altitud ya que al haber menos
moléculas de vapor de agua la radiación se filtra menos, además la capa de aire
es más fina y pasa más radiación. Esto se ve reforzado si existe nieve ya que
va a reflejar la radiación. La radiación ionizante se asocia con aumento del riesgo
de mutaciones genéticas, de sufrir infecciones y cáncer.
La
disminución en la densidad del aire y la menor gravedad favorece los deportes
de fuerza-velocidad (carreras < 1 minuto, saltos, lanzamientos). La menor
densidad del aire a 2200-2400 mts de altura corresponde a un viento a favor de
1,7 m/s.
Debido a la
menor PpO2 ambiental la capacidad aeróbica es la más afectada,
reduciendo el rendimiento en eventos de > 2 min de duración, y lo hace de
manera proporcional a la altura en que el atleta se encuentre:
- Desde los
1500mts (P.atm es < 650 mmHg) hay reducción del VO2max de un 1% c/100
mts de ascenso.
- Entre 2000
y 2300 mts disminuye un 5%.
- A 3000 mts
se reduce un 12-15%.
- A 4000 mts
se reduce un 20-25%.
- A 5000 mts
disminuye un 50%.
La reducción
del VO2 puede acentuarse si el individuo está bajo estrés físico por
pocas horas de sueño, enfermedades, deshidratación, cambios bruscos de
temperatura, etc.)
La aclimatación completa a la altura lleva entre 10 y 14
días.
El efecto negativo de la altura sobre el rendimiento alcanza su máximo en los primeros días de exposición (el VO2max llega al mínimo en estos días). Al terminar la segunda semana de la estadía habrá mejorado la tolerancia al ejercicio y la economía del movimiento, pero nunca se igualará el rendimiento al nivel del mar.
El grado de adaptación es individual al deportista; es más rápido en varones y en quienes ya han tenido experiencias previas en la altura.
El efecto negativo de la altura sobre el rendimiento alcanza su máximo en los primeros días de exposición (el VO2max llega al mínimo en estos días). Al terminar la segunda semana de la estadía habrá mejorado la tolerancia al ejercicio y la economía del movimiento, pero nunca se igualará el rendimiento al nivel del mar.
El grado de adaptación es individual al deportista; es más rápido en varones y en quienes ya han tenido experiencias previas en la altura.
Si la
relación carga/descanso no es buena puede ocurrir catabolismo y no adaptación
al entrenamiento, con empeoramiento del rendimiento deportivo y lesiones por sobrecarga-sobreuso (tendinitis, fracturas de estres)
RESPUESTA HORMONAL AL ENTRENAMIENTO EN LA
ALTURA
Sobre todo
encima de los 4000 mts
- Aumento GH.
Los nativos de la altura tienen más GH en reposo respecto a habitantes a nivel
del mar.
- Aumento
del cortisol (solo durante la etapa de aclimatación, luego se normaliza)
- Aumenta
EPO renal estimulada por la hipoxia. Que lleva a un aumento en la
eritropoyesis. Es la principal adaptación buscada al entrenar en la altura.
ENTRENAMIENTO EN LA ALTURA
- Aclimatación a la altura para competir en la
altura: basándose en que el rendimiento en la altura se ve mermado por la
hipoxia y puede conseguirse igualarlo al del nivel del mar si se brinda un
tiempo para aclimatarse. El deportista debe llegar a la altura entre 14 y 20
días antes de la competencia para permitir el completo desarrollo de las
adaptaciones tardías. Deportes de equipo, de fuerza y de velocidad necesitan
menos días de aclimatación que deportes individuales de resistencia.
- Aclimatación a la altura para competir a
nivel del mar: basándose en el supuesto fisiológico de que las adaptaciones
a la hipoxia de la altura van a beneficiar el rendimiento cuando se compita en
una situación sin hipoxia a nivel del mar. Si bien tiene utilidad en deportes
de equipo, las mejoras son individuales en el ámbito de la resistencia y
metabolismo aeróbico.
- Periodo preparatorio general (pre-temporada):
usado en diversos deportes, buscando estresar las variables fisiológicas del
rendimiento en la altura, potenciarlas, y luego bajar al nivel del mar a
entrenar con un nivel superior al que tenían previo a la aclimatación a la
altura.
Aspectos a
considerar previo a un entrenamiento en la altura:
- Estado de
salud general y características morfo funcionales. (Descartar anemia,
enfermedades respiratorias, alteraciones hormonales, sobrepeso y hábitos
tóxicos en el deportista).
- Edad
cronológica y edad deportiva: el entrenamiento en altura no es para
principiantes, debe tener un buen nivel de entrenamiento (tope de adaptaciones
a nivel del mar).
-
Experiencia previa en la altura.
- Altura
efectiva (diferencia de altura en la que reside y altura en la que va a
entrenar).
- Plan de
entrenamiento coherente: debe ser elaborado por profesional, respetando las 3
fases e individualizado al nivel del deportista.
Fase de
aclimatación (3 a 5 días), con trabajos aeróbicos de baja intensidad y corta a
moderada duración.
Fase de
entrenamiento: varios microciclos con cargas crecientes a predominio aeróbico,
las cargas anaeróbicas se incluyen en función de las exigencias de la prueba
que se esté preparando.
Fase de asimilación
y recuperación (últimos 3-4 días): baja la carga e intensidad, el deportista no
debe llegar al nivel del mar fatigado.
Siempre debe
tenerse en cuenta que al entrenar en la altura para esfuerzos aeróbicos la
velocidad será más lenta que a nivel del mar pero para esfuerzos anaeróbico
será igual o más rápida. Además los
procesos de recuperación post entrenamiento son más lentos que a nivel del mar
y la fatiga será mayor.
Lo ideal
sería 2 estancias de 20-24 días a 2000-2500mts de altura. Se hará un máximo de
3-4 estancias en la altura por año, estancias sucesivas permiten ir
disminuyendo el tiempo que se dedica a la primera fase e incrementando la
altura de la estadía hasta 3200 mts.
Prevención del mal de altura
Conocer los antecedentes y FR de los deportistas y personal acompañante, asegurando que no viaje ninguno que no posee un óptimo estado de salud, contar con los medicamentos y materiales necesarios para el tratamiento agudo del cuadro, planificar las cargas de entrenamiento y controlar las recuperaciones a diario.
La planificación del entrenamiento en la altura debería hacerse con un equipo multidisciplinario en el que trabajen el entrenador, nutricionista, deportólogo y el propio deportista, adecuando las cargas "sobre la marcha" en función de las respuestas que el deportista vaya mostrando. Es un error irse a entrenar a la altura sin un seguimiento profesional ni un plan de entrenamiento.
RENDIMIENTO LUEGO DEL ENTRENAMIENTO EN ALTITUD
Si bien existe mucha bibliografía al respecto, en mi (corta) experiencia de seguimiento a deportistas en la altura he notado que el rendimiento a nivel del mar luego de una estancia en la altura es variable según cada persona, según su nivel de entrenamiento y tipo de entrenamiento.
Hay escuelas que insisten en competir luego de 15 o 18 días de estancia a nivel del mar, como forma de permitir al deportista descansar de las altas cargas de trabajo impuestas en la altura y supercompensar para mejorar su performance. Mientras que otras escuelas abogan por la competencia precoz (tercer a decimoquinto día) para aprovechar las ventajas en los niveles de fuerza muscular que el entrenamiento en el terreno montañoso ha brindado, y que en 15 días a nivel del mar se perderían.
La elección de cuando competir se hará teniendo en cuenta el tipo de preparación que se hizo, la distancia de la competencia y la necesidad o no de seguir entrenando luego de la misma manteniendo o no las adaptaciones a la altura.
En lo que todos están de acuerdo es que luego de un mes de volver al nivel del mar, de no mediar más estímulos de entrenamiento (por ejemplo maratonista que descarga 15 días pre-competencia y 15 días post competencia), el rendimiento comienza a bajar y acercarse a los niveles previos de entrenamiento. Si el deportista compitió una distancia mas corta podrá entrenar a un nivel superior usando las adaptaciones conseguidas en la altura.
sábado, 30 de diciembre de 2017
Ejercicio en diabéticos
¿Sabías que
el ejercicio físico es una parte clave del tratamiento y prevención de la
DIABETES TIPO 2?
- El
ejercicio aeróbico mejora la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la
insulina, al aumentar el consumo muscular de glucosa.
- Como
resultado del mejor control glicémico es posible conseguir una reducción de la
hemoglobina glicosilada y de la dosis de tratamiento farmacológico necesaria
para mantener la glicemia en rango normal.
- En casos
de prediabetes es posible revertir la fisiopatología y evitar la progresión a
diabetes en un 60% de los casos.
- En casos
de diabetes avanzada se logra reducir el impacto de la enfermedad sobre los órganos
(riñones, retina, sistema nervioso).
- Adoptar un
estilo de vida activo colabora a reducir otros factores de riesgo
cardiovascular asociados a la diabetes (como hipertensión, sobrepeso,
hipercolesterolemia, etc).
Consideraciones
especiales a la hora de planificar el entrenamiento de un diabético:
El diabético
necesita tomar ciertas precauciones al ejercitarse, sobre todo si padece la
enfermedad desde hace ya varios años. Si eres diabético y deseas comenzar un
plan de ejercicio lo mejor es consultar con tu deportólogo acerca de cuál es el
mejor plan de ejercicio para tí y los cuidados extra que debes tener.
Asimismo debe evitarse las inyecciones insulina en los músculos que se
van a ejercitar.
Además dado
el riesgo de hipoglucemia diferida (hasta 12hr post ejercicio), no se
recomienda el ejercicio por la noche antes de dormir (en caso de hacerlo hay
que incrementar el consumo de CH en la cena)
Se
recomienda controlar la glicemia pre-ejercicio sobre todo si se han hecho
cambios en el plan habitual y ajustar las ingestas a la demanda prevista por
ejercicio. Si la glicemia pre-ejercicio es < 100 mg/dl hay que ingerir 20 a 30gr
de CH antes de comenzar la sesión.
Un descenso
rápido en la glicemia mediado por el ejercicio (aún con valores de
hiperglicemia) puede desencadenar síntomas de temblor, ansiedad, sudoración
anormal, hambre, parestesias en boca y dedos. Los síntomas neuroglucopénicos
son cefalea, trastornos visuales, confusión, apatía, amnesia, convulsiones y
coma.
La hiperglucemia
con o sin cetosis es un problema de DM1 y de DM2 que no cumplen el tratamiento,
los síntomas son poliuria, polidipsia, fatiga y aliento cetónico. Pueden
ejercitarse a intensidad leve o moderada con hiperglicemia siempre que no
presenten cuerpos cetónicos en sangre o en orina y la glicemia sea menor a 300
mg/dl. Siempre que la glicemia sea mayor a 250 mg/dl deben chequearse los
cuerpos cetónicos y si aparecen no se puede ejercitar. La poliuria
derivada de la hiperglicemia puede deshidratar al paciente y menguar la
respuesta termorreguladora, si un paciente se ejercita con hiperglicemia deben
tomarse todas las precauciones necesarias para evitar la hipertermia.
La
neuropatía autónoma puede causar insuficiencia cronotrópica, una pobre respuesta de la presión arterial frente al ejercicio y un déficit en la capacidad de sudar.
En estos pacientes
deben monitorizarse los síntomas y signos de hipoglucemia ya que el paciente
tal vez no los reconozca, así como monitorizar con ECG dado el riesgo de
isquemia sin angor.
Si existe
arritmia o enfermedad coronaria no se debe ejercitar por encima del 70% del
Vo2max, si existiera angor no deben superarse 10 latidos por debajo del umbral
isquémico.
La
neuropatía periférica altera la sensibilidad distal y pueden ocurrir ampollas o
lesiones en piel que pasen desapercibidas, el paciente debe revisar sus pies
antes y después de cada sesión de ejercicio, utilizando telas adecuadas y
calzado en buen estado. En la medida de lo posible se evitarán las actividades
de impacto en estos pacientes.
Si hay
enfermedad vascular periférica se prefieren los ejercicios que no impliquen
sostener el peso corporal ya que son mejor tolerados.
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