sábado, 30 de diciembre de 2017

Ejercicio en diabéticos

¿Sabías que el ejercicio físico es una parte clave del tratamiento y prevención de la DIABETES TIPO 2?


- El ejercicio aeróbico mejora la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina, al aumentar el consumo muscular de glucosa.
- Como resultado del mejor control glicémico es posible conseguir una reducción de la hemoglobina glicosilada y de la dosis de tratamiento farmacológico necesaria para mantener la glicemia en rango normal.
- En casos de prediabetes es posible revertir la fisiopatología y evitar la progresión a diabetes en un 60% de los casos.
- En casos de diabetes avanzada se logra reducir el impacto de la enfermedad sobre los órganos (riñones, retina, sistema nervioso).
- Adoptar un estilo de vida activo colabora a reducir otros factores de riesgo cardiovascular asociados a la diabetes (como hipertensión, sobrepeso, hipercolesterolemia, etc).

Consideraciones especiales a la hora de planificar el entrenamiento de un diabético:

El diabético necesita tomar ciertas precauciones al ejercitarse, sobre todo si padece la enfermedad desde hace ya varios años. Si eres diabético y deseas comenzar un plan de ejercicio lo mejor es consultar con tu deportólogo acerca de cuál es el mejor plan de ejercicio para tí y los cuidados extra que debes tener.

La hipoglucemia (< 70 mg/dl) por ejercicio es un problema solo de quienes reciben insulina o hipoglucemiantes orales. Se debe planear el momento adecuado para ejercitarse teniendo en cuenta la farmacocinética de estos medicamentos, evitando el ejercicio en los momentos de máxima actividad de los mismos (NPH: 2-3 hrs post inyección, insulina cristalina 30-40 min)

Asimismo debe evitarse las inyecciones insulina en los músculos que se van a ejercitar.   
         
Además dado el riesgo de hipoglucemia diferida (hasta 12hr post ejercicio), no se recomienda el ejercicio por la noche antes de dormir (en caso de hacerlo hay que incrementar el consumo de CH en la cena)

Se recomienda controlar la glicemia pre-ejercicio sobre todo si se han hecho cambios en el plan habitual y ajustar las ingestas a la demanda prevista por ejercicio. Si la glicemia pre-ejercicio es < 100 mg/dl hay que ingerir 20 a 30gr de CH antes de comenzar la sesión.

Un descenso rápido en la glicemia mediado por el ejercicio (aún con valores de hiperglicemia) puede desencadenar síntomas de temblor, ansiedad, sudoración anormal, hambre, parestesias en boca y dedos. Los síntomas neuroglucopénicos son cefalea, trastornos visuales, confusión, apatía, amnesia, convulsiones y coma.


La hiperglucemia con o sin cetosis es un problema de DM1 y de DM2 que no cumplen el tratamiento, los síntomas son poliuria, polidipsia, fatiga y aliento cetónico. Pueden ejercitarse a intensidad leve o moderada con hiperglicemia siempre que no presenten cuerpos cetónicos en sangre o en orina y la glicemia sea menor a 300 mg/dl. Siempre que la glicemia sea mayor a 250 mg/dl deben chequearse los cuerpos cetónicos y si aparecen no se puede ejercitar.La poliuria derivada de la hiperglicemia puede deshidratar al paciente y menguar la respuesta termorreguladora, si un paciente se ejercita con hiperglicemia deben tomarse todas las precauciones necesarias para evitar la hipertermia. 

No hay evidencia de que el ejercicio empeore la progresión de la retinopatía, no obstante se indicará evitar los ejercicios vigorosos e isométricos que aumenten la PA ya que puede ocurrir desprendimiento de retina y/o hemorragia vítrea.

La neuropatía autónoma puede causar insuficiencia cronotrópica, una pobre respuesta de la presión arterial frente al ejercicio y un déficit en la capacidad de sudar.
En estos pacientes deben monitorizarse los síntomas y signos de hipoglucemia ya que el paciente tal vez no los reconozca, así como monitorizar con ECG dado el riesgo de isquemia sin angor.

Si existe arritmia o enfermedad coronaria no se debe ejercitar por encima del 70% del Vo2max, si existiera angor no deben superarse 10 latidos por debajo del umbral isquémico.

La neuropatía periférica altera la sensibilidad distal y pueden ocurrir ampollas o lesiones en piel que pasen desapercibidas, el paciente debe revisar sus pies antes y después de cada sesión de ejercicio, utilizando telas adecuadas y calzado en buen estado. En la medida de lo posible se evitarán las actividades de impacto en estos pacientes.

Si hay enfermedad vascular periférica se prefieren los ejercicios que no impliquen sostener el peso corporal ya que son mejor tolerados. 

En cuanto al paciente con nefropatía, si bien existe un aumento de la proteinuria luego del ejercicio, no se ha demostrado que la actividad vigorosa acelere la progresión de la nefropatía, de todos modos lo más prudente es prescribir actividad moderada.

Como la mayoría de las personas con DM tienen sobrepeso y enfermedad cardiovascular asociada, deben tenerse en cuenta las recomendaciones especiales para estas enfermedades también a la hora de prescribir el ejercicio.

martes, 26 de diciembre de 2017

¿Para que sirve el sudor?


El sudor es una de las formas que tiene el cuerpo para perder calor.

La temperatura normal del cuerpo es 36-37°C y debe mantenerse entre 35,5 y 38,5 grados. Por debajo y por encima de éste rango ocurren diferentes alteraciones en los sistemas y órganos, algunas más graves que otras. Temperaturas extremadamente bajas configuran lo que se llama hipotermia y temperaturas muy altas la hipertermia (o fiebre).

El cuerpo tiene varios mecanismos mediante los cuales conserva o pierde calor en función de lo que sea necesario para mantener la temperatura dentro del rango normal.

Cuando hace mucho frío se hace necesario conservar y generar calor, entonces se nos pone la piel de gallina, ocurre lo que se conoce como redistribución del flujo sanguíneo (se “cierran” los vasos sanguíneos de las extremidades y se concentra la mayoría de la sangre en las zonas centrales del cuerpo donde se mantiene más calentita), y además comenzamos a temblar (tiritar); las contracciones musculares generan calor y elevan la temperatura de la sangre que irriga el músculo, luego esa sangre circula y calienta al resto de los órganos elevando la temperatura interna.

Cuando hace calor ocurre lo opuesto, el cuerpo buscará perder calor para evitar la hipertermia.

Las formas de transferir energía en forma de calor son:

- Radiación: por gradiente desde donde hay más hacia donde hay menos. La mayor parte del calor que se pierde por radiación lo hace a través de la cabeza.

- Convección: cuando una corriente (de aire o agua) “barre” con el calor que rodea a un cuerpo (barre con el calor emanado por radiación), es lo que ocurre cuando nos paramos frente a un ventilador, o cuando hay viento. También al nadar, al haber desplazamiento de agua se pierde calor de ésta forma.

- Conducción: cuando un cuerpo u objeto toca a otro cuerpo u objeto con menor temperatura le transfiere calor por gradiente de temperatura (desde donde hay más hacia donde hay menos), hasta que ambas temperaturas se equilibran. Es lo que ocurre por ejemplo cuando nos abrazamos a la bolsa de agua caliente en invierno o nos sumergimos en agua fría los días de calor.

- Evaporación: Cuando un líquido pasa a estado gaseoso se lleva energía en forma de calor. Es lo que la naturaleza busca con el sudor. Cuando el sudor se evapora sobre la piel se disipa energía y contribuye a enfriar el cuerpo.

¿Como sudamos?

El cuerpo tiene millones de glándulas sudoríparas distribuidas por toda la superficie de la piel. Sudar no debería ser motivo de vergüenza, sudar indica que el cuerpo está actuando bien para enfriarnos cuando las condiciones amenazan con elevar demasiado la temperatura interna.

El sudor está compuesto por agua y electrolitos (sodio, potasio, algo de magnesio y urea). Algunos dicen que se puede eliminar algo de lactato por el sudor (y que esto es lo que atrae a los mosquitos… pero no sé si es verdad).
Una persona entrenada empieza a sudar antes que una persona desentrenada. Esto es bueno, su cuerpo sabe que se va a ejercitar y pone en marcha mecanismos de refrigeración antes que la temperatura corporal suba demasiado.
Una persona entrenada y que además está habituada a las altas temperaturas ambientales va a sudar aún antes, y va a sudar proporcionalmente más agua que electrolitos (reduciendo la perdida de los mismos).

Hay muchos mitos que debemos derribar acerca del sudor:

- Sudar no adelgaza, la diferencia de peso que se puede ver en la balanza luego de sudar mucho solamente representa la cantidad de líquidos que se han perdido, pero no es posible perder grasa por el sudor. Lo que hace perder peso es el ejercicio… y comer menos comida chatarra claro.



- El sudor no tiene mal olor: el sudor directamente no tiene olor, pero las bacterias normales de la piel y la ropa generan el olor característico cuanto entran en contacto con el agua y los electrolitos del sudor. Mantener una buena higiene y evitar que el sudor se seque sobre la ropa y permanezca allí varios días es lo necesario para evitar el mal olor.

- Nadie suda “mucho” o “poco”. La cantidad de sudor que cada persona necesita para enfriarse está determinada por la temperatura a la cual su termostato interno se siente cómodo. Cuanto vas a sudar en 1 hora depende de muchos factores: de la temperatura y humedad ambiental, de tu grado de adaptación o inadaptación al calor, de tu porcentaje de grasa (la grasa es aislante y mantiene mejor el calor corporal) y de la magnitud en que tu cuerpo pueda responder al ambiente generando sudor para enfriarse.
(Un 2-3% de la población sufre hiperhidrosis, pero no les ocurre solo durante el ejercicio sino todo el tiempo, hasta en reposo).

El sudor es el mecanismo más eficiente que el cuerpo tiene para enfriarnos. Pero pasa una factura importante: al sudar se pierde agua….y si no se reponen adecuadamente las pérdidas de líquido, puede ocurrir una deshidratación.

Todos sabemos que una jarra de 1 litro de agua hierve más rápido que una jarra con 3 litros de agua…de la misma manera un cuerpo deshidratado se sobrecalienta más rápido que un cuerpo hidratado.
Al sobrecalentarse el cerebro empieza a enviar señales al cuerpo de fatiga, de “quédate quietito que acá adentro hace mucho calor y me va a hacer mal si seguís generando calor con ese ejercicio”. El cuerpo es muy sabio, si ocurre ejercicio vigoroso con calor y deshidratación enseguida manda señales de fatiga para que vayas más lento o te detengas

Pero en eso ya se trató en la nota sobre lesiones por calor que te invitamos a leer aquí.

martes, 5 de diciembre de 2017

Beneficios de la actividad física


Actividad Física es cualquier movimiento corporal intencional, realizado con los músculos esqueléticos que implique en un gasto de energía, incluye todas las actividades de la vida diaria
Ejercicio es un tipo de actividad física planificada, estructurada y repetitiva que persigue como fin la mejora de uno o más de los componentes de la condición física

Deporte es una forma de ejercicio con reglas de juego y realizado con una sistemática, de cara a un objetivo que es la competición. El deporte en sí mismo no persigue objetivos de salud sino de competencia, aunque suele usarse el deporte recreativo como forma de ejercitarse obteniendo también todos los beneficios que se describirán para el mismo.

Actualmente no se discute que la actividad física y el ejercicio regular forman parte de los llamados hábitos de vida saludables, y reducen la mortalidad por todas las causas. Y se reconoce que el sedentarismo constituye un serio problema de salud pública al relacionarse con el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles cardiovasculares y metabólicas. Por ejemplo los hombres sedentarios tienen 1,5 a 1,9 veces más riesgo de desarrollar HTA que los activos (no comprobado en mujeres).

Considerando que las conductas sedentarias durante el tiempo de ocio son un mal que afecta a gran parte de la población es que desde 1995 la ACSM recomienda realizar al menos 30 minutos de actividad física moderada al menos 5 veces por semana. Desde que se realizó esa recomendación, numerosos estudios han comprobado la relación inversa entre actividad física y enfermedad cardiovascular, HTA, ictus, osteoporosis, DM II, obesidad, cáncer de colon, ansiedad y depresión. Documentando claramente una relación dosis-respuesta entre actividad física y riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad prematura tanto en hombres como en mujeres, obteniendo beneficios aunque no se llegue a cumplir con los requerimientos mínimos de actividad y encontrando mayores beneficios si se superan los requerimientos mínimos.

Los beneficios comprobados del ejercicio físico son:
- Mejora de la función cardiovascular y respiratoria: aumento del Vo2 máx. (debido a adaptaciones centrales y periféricas como aumento de la capilarización muscular periférica y mejora del umbral de lactato), disminución de la ventilación minuto, del consumo de oxigeno del miocardio, de la FC y la PA a una intensidad submáxima absoluta.
- Reducción de los factores de riesgo de enfermedad coronaria: reducción de la PAS y PAD, reducción de TG, de la grasa corporal total, mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la agregación plaquetaria.
- Mejora la percepción de competencia y autoeficacia, el rendimiento académico y laboral, la función inmune y endócrina. Colabora a mejorar la calidad del sueño y el dolor crónico.
- Reduce la depresión, ansiedad, ausentismo laboral y el comportamiento de riesgo en niños y adolescentes (tabaquismo, alcoholismo).
- Reduce la morbilidad y mortalidad. El ejercicio actúa como prevención primaria para enfermedad coronaria, y cerebrovascular, osteoporosis, cáncer de colon, de mama y litiasis biliar. También tiene importancia en la prevención secundaria de enfermedades cardiovasculares y metabólicas al impactar de forma positiva sobre todos los factores de riesgo. Retrasa la progresión de la osteoporosis
- Mejora la autonomía de las personas mayores (menos caídas, menos limitación funcional). Enlentece el proceso de envejecimiento y colabora en mejorar la edad biológica funcional, mejora las capacidades motoras.

El ejercicio puede ser considerado como prevención y como un pilar más del tratamiento de todos los desórdenes de salud mencionados. Es importante ser activo a lo largo de toda la vida, los bebés activos tienen mejor desarrollo motor e intelectual y los beneficios continúan en niños de edad escolar, adultos y ancianos


A nivel poblacional, económico y de salud pública una población activa reduce el gasto en salud derivado del tratamiento de las ECNT. Potencialmente una persona puede ahorrar dinero y colaborar a reducir la contaminación ambiental de grandes ciudades si en vez de ir a trabajar manejando lo hace caminando o en bicicleta. Los niños y adolescentes adquieren habilidades sociales a través de los juegos activos (evitando pasar horas aislados frente a la pc o realizar casi toda su interacción social por medios virtuales)

Recomendaciones del 2007 de la AHA y la ACSM:
- Adultos entre 18 y 65 años deben realizar al menos 30 min de ejercicio aeróbico a intensidad moderada durante 5 días a la semana o 20 min de ejercicio vigoroso 3 veces por semana.
- Se pueden practicar combinaciones de ejercicios de intensidad moderada y vigorosa para cumplir con las recomendaciones.
- La actividad aeróbica puede acumularse en varias sesiones de 10 o más min de duración
- Se debe complementar con actividades que aumenten o mantengan la fuerza muscular al menos 2 veces por semana.
- Las personas que deseen mejorar su condición física, reducir su peso o el riesgo de enfermedades cardiovasculares deben superar las dosis recomendadas de ejercicio para la salud.

Las condiciones que favorecen la adhesión a la actividad física son: la ausencia de competición, intensidad y duración adecuada, ejercicio realizado de forma relajada y placentera

Beneficios de la actividad física en
- HTA:
Luego de una sesión de ejercicio dinámico se observa un efecto hipotensor por reducción de la RVP (efectos vasodilatadores locales del óxido nítrico, PGL y adenosina en el musculo activo + desarrollo de una amplia red capilar muscular, con aumento del área de sección transversal sobre este lecho de resistencia) y efectos GABAérgicos en medula post ejercicio (que reducen la act simpática). Este efecto hipotensor puede llevar a la PA a valores menores a los de reposo y dura hasta 22 hr post ejercicio, los efectos hipotensores durante la noche son menos marcados que durante el día. Este efecto se ve tanto en hombres como en mujeres y no se ha demostrado diferencias étnicas ni raciales en esta respuesta hipotensora.
El hipertenso debe evitar las contracciones isométricas y concéntricas con peso mayor al 50% de 1 RM ya que causan un aumento del tono simpático, la RVP y la PAM.
Los valores de PAS/PAD en reposo se reducen 5-7/3-5 mmHg como respuesta al entrenamiento. Los hipertensos muestran mayor efecto hipotensor que los normotensos.
Los efectos sobre niños y adolescentes no están tan bien comprobados, al estar en crecimiento es difícil establecer un punto de corte a partir del cual considerarlos hipertensos. Lo que si está claro es que el sobrepeso y la obesidad en niños (ligadas al sedentarismo) implican un riesgo de HTA en el futuro
Una reducción de la PAS de tan solo 3mmHg puede significar para un país desarrollado una reducción del 9% en enfermedad coronaria
Con el entrenamiento también se reducen las cifras de PAS y FC frente al ejercicio submáximo (7mmHg y 6 latidos/min) y en reposo. Esto se debe a una menor respuesta vasoactiva frente a las catecolaminas y a un descenso en el tono simpático (este descenso previene la remodelación vascular asociada a la HTA). Las mejoras en la sensibilidad a la insulina mediadas por ejercicio también reducen la actividad del sistema simpático.
El ejercicio aumenta los niveles de óxido nítrico, colaborando con la vasodilatación y mejora de la función endotelial.
Si bien en normotensos existe una reducción en la actividad del sistema RAA luego del ejercicio, esto no se ha demostrado en hipertensos.
Se ha demostrado también una mayor compliance arterial luego del entrenamiento en sujetos normotensos.
Si bien se reconoce que existe un componente genético en las adaptaciones de la PA frente al ejercicio, su contribución parece ser escasa.

-DISLIPEMIA:
La incidencia de ECV tiene relación directa con los niveles aumentados de Colesterol total, LDL y TG, así como con el descenso del HDL. Reducir un 10% el colesterol reduce un 25% el riesgo de ECV luego de 5 años. Reducir 40 mmol/l el LDL reduce un 20% los episodios de cardiopatía isquémica.
Una sesión aislada de ejercicio reduce la lipemia post-prandial (mejora la remoción de TG sanguíneos).
Para modificar los TG y el colesterol debe ejercitarse durante más de 1 hr relacionándose más con las calorías consumidas por ejercicio que con la intensidad del mismo, observándose reducciones durante 48hr luego.
Para modificar el LDL debe ejercitarse durante más de 90 minutos. Los trabajos de fuerza no modifican los lípidos.
Ejercicios prolongados que depletan las reservas musculares de TG van a aumentar la expresión de la LPL muscular, la plasmática demora 4 a 18 hrs en aumentar. Si el ejercicio se repite durante 13 días consecutivos se produce un aumento permanente en el ARNm para la lipasa (si se mantiene 4 días el aumento es transitorio)
Reducciones en los TG por ejercicio son más notorias en sujetos previamente sedentarios, los cambios en el colesterol plasmático son resultado más de la reducción en la grasa corporal total y en la menor ingesta de grasas lo mismo ocurre con el LDL.
EL ejercicio aeróbico aumenta el HDL. Luego de un plan de 12 semanas aumenta un 4 a 2 22% es decir 4 a 8 mg/dl, a veces el aumento se ve falseado por el aumento del volumen plasmático.
Mejoras en el perfil lipídico reducen un 30% los casos de enfermedad aterosclerótica.
El ejercicio es un adyuvante en el tratamiento de las dislipemias, junto con la dieta y si corresponde, los fármacos

- DIABETES
La DM2 es una enfermedad con alta prevalencia en sociedades sedentarias. El ejercicio es un pilar importantísimo tanto en su prevención como en su tratamiento ya que mejora la sensibilidad a la insulina y corrige varios de sus factores etiopatogenicos.
Mantenerse físicamente activo protege en términos de mortalidad a hombres de mediana edad con cualquier grado de intolerancia a la glucosa, desde valores de glicemia normal a valores de DM2.
Adoptar un estilo de vida activo los beneficiará al reducir otros FRCV asociados al sedentarismo, por otra parte se vio que diabéticos que hacen ejercicio adhieren mejor al plan nutricional.
El ejercicio produce la translocación del GLUT-4 desde el citoplasma a la membrana plasmática muscular (mecanismo que se encuentra alterado en diabéticos – insulinoresistencia - y se corrige al hacer ejercicio).
Mejora la sensibilidad a la insulina, la magnitud de la mejora se relaciona con la frecuencia, volumen e intensidad del ejercicio y es evidente aún antes de que se observe alguna mejora en la composición corporal. El descenso es mediado por una reducción en la producción hepática de glucosa.

- CARDIOPATÍA ISQUÉMICA
El desarrollo de la fuerza y resistencia muscular es esencial para retomar sus actividades cotidianas de forma autónoma luego de un evento isquémico agudo.
Una buena condición física reduce las demandas miocárdicas de oxígeno, elevando el umbral anginoso.
El ejercicio como parte de un estilo de vida saludable colabora a reducir los FRCV (prevención secundaria), sobre todo la hipercolesterolemia y la disfunción endotelial (base de la coronariopatía).

- CANCER:
Los tratamientos para el cáncer pueden afectar la capacidad funcional del paciente o dejar secuelas que limiten su participación (flexibilidad, equilibrio, etc).
El ejercicio colabora a mantener la condición cardiopulmonar, fuerza y resistencia muscular o a atenuar su reducción debido al reposo durante y después del tratamiento.
Mantener una buena condición física puede atenuar la fatiga generalizada que experimentan los pacientes en quimioterapia.

- OBESIDAD:
Enfermedad muy prevalente a nivel mundial (300 millones de obesos, 1/3 de los cuales son niños), a largo plazo acarrea complicaciones CV.
En Uruguay (2006) el 54% de los adultos entre 18 y 65 años padece de sobrepeso y el 20% es obeso, es decir que 1 de cada 5 uruguayos es obeso.
Un porcentajes de grasa > al 25% en hombres y mayor al 35% en mujeres se considera obesidad.
La obesidad abdominal (visceral) es la que mayor impacto negativo tiene sobre el metabolismo y la salud cardiovascular; se la ha vinculado a resistencia a la insulina, HTA, Dislipemia e hipercoagulabilidad.
La cintura de riesgo (> 94 cm en hombres y 80 en mujeres) aumenta 3 veces el riesgo de desarrollar diabetes.
Para el tratamiento de la obesidad es necesario un tratamiento integrado, cambiando hábitos de vida, nutricionales y en algunos casos usando medicamentos.
Una reducción del peso del 5 a 10% favorece la salud. El ejercicio favorece la pérdida de peso al generar un gasto calórico por encima del basal, el cual de no ser compensado con un aumento de las ingestas, forzará al organismo a recurrir a sus reservas adiposas. La ganancia de masa muscular asociada al ejercicio también contribuye a la pérdida de peso al aumentar el metabolismo basal. El ejercicio (sobre todo si es intenso), suprime el apetito de forma moderada en las horas posteriores a la sesión.
Se ha visto que los pacientes que hacen ejercicio adhieren mejor al plan nutricional y mejoran su autoestima y bienestar. Asimismo quienes adhieren al plan de ejercicio es más probable que mantengan el peso bajado a largo plazo

Estilo de vida más activo
• Usar las escaleras en vez del elevador.
• No utilizar el control remoto de la televisión
• Estacionar el automóvil lejos de la entrada del centro comercial y disfrutar la caminata.
• Caminar en los alrededores del trabajo u hogar.
• Caminar una distancia dada para un almuerzo moderado.
• Entregar mensajes personalmente dentro del edificio en que se trabaja, en vez de usar el teléfono.
 • Trabajar más en los alrededores de la casa y patio.
• Sustituir la televisión por actividades recreativas y pasatiempos activos/físicos: jardinería, deportes
• Tratar de ser más activos en trabajos de escritorio:  
- intermitentemente efectuar ejercicios de flexibilidad e isométricos que involucren las extremidades superiores, inferiores y el abdomen.
- levantarse del escritorio como mínimo una vez cada hora para caminar en los alrededores del trabajo.

- ser más activo durante el tiempo del "coffe break" y el almuerzo.

sábado, 2 de diciembre de 2017

¿Comer mas carbohidratos entrenando para maratón engorda?



El glucógeno es la forma que tiene el cuerpo para almacenar los carbohidratos ingeridos. Cada molécula de glucógeno es una cadena de muchas moléculas de glucosa unidas que el cuerpo puede ir rompiendo para usar a medida que las necesita. El hígado puede almacenar hasta 100 gr de glucosa (400 calorías) mientras que el músculo puede almacenar entre 300 y 500 gr (según cantidad de masa muscular y nivel de entrenamiento)... que serían entre 1200 y 2000 calorías. Cuando la exigencia de la prueba supera esta capacidad de almacenamiento se hace necesario consumir geles, barritas, frutas o cualquier fuente de CH para ir reponiendo las reservas y no quedarnos sin el tanque vacío (el muro). Cuando haces la carga de carbohidratos en los días previos a la carrera debes tener en cuenta que el glucógeno se almacena junto con agua (1 gr de glucógeno se almacena con 2,7gr de agua) así que es esperable que un deportista suba hasta 2kg si llena sus reservas corporales de glucógeno. Recuerda que esto es deseable para el óptimo rendimiento en maratón y de ninguna manera significa que hayas engordado. Como concepto debemos saber que si subes o bajas más de 1kg en una semana (sea con dieta o entrenamiento) seguramente haya sido a expensas de movimientos en las reservas corporales de agua y glucógeno, y no tanto por subir o bajar grasa. La grasa es una forma más eficiente de almacenar energía ya que no se almacena con agua y ocupa menos espacio: - 700 gr de glucógeno + agua (1900 gr) = 2,6 Kg que rinden 2800 calorías - 311 gr de grasa = 0,3 kg que rinden 2700 calorías La grasa es el combustible preferido del cuerpo durante el reposo y las actividades de intensidad leve.