Seguimos acumulando evidencia acerca de que el ser humano
esta hecho para moverse:
El ejercicio mantiene al cerebro más joven, las personas
mayores que se mantienen activas muestran menos problemas cardiovasculares,
menos diabetes, menos problemas de memoria, menos demencia senil y menos depresión.
(además de todos los otros beneficios sobre su calidad de vida al permencer
muscularmente fuertes y ser auto válidos)
Además; el ejercicio aeróbico enlentece la progresión de
enfermedades como demencia senil y Alzheimer: seguramente al mejorar el aporte
de sangre (y nutrientes) hacia las neuronas, pero también como resultado de los
cambios químicos que ocurren en el cerebro durante la practica del ejercicio.
Ejercicio en Alzheimer
El Alzheimer es una enfermedad cerebral, crónica y
progresiva que termina en incapacidad y demencia de la persona afectada.
Se considera que es una enfermedad determinada genéticamente,
con síntomas que empiezan a finales de la década de los 50 años pero se hacen
evidentes sobre los 65 años o más (existen formas de inicio más precoz).
En la base de ésta enfermedad hay alteraciones en la formación
de diferentes químicos cerebrales (neurotransmisores y proteínas), con depósito
de proteínas (amiloides) y destrucción progresiva neuronal, el resultado es una
progresiva alteración de las funciones cognitivas, afectando la memoria, lenguaje,
razonamiento y comportamiento del afectado.
Actualmente no hay tratamiento que cure el Alzheimer, las
medidas farmacológicas de tratamiento apuntan a mejorar las funciones
cerebrales fortaleciendo la sinapsis. Otros medicamentos pueden ayudar a enlentecer
un poco su progresión (antioxidantes y vitaminas) y otras drogas pueden usarse
para tratar los síntomas de demencia o depresión que surjan.
Los estudios acerca del impacto del ejercicio en esta
enfermedad son pocos pero bastante claros: una medida tan simple como el
ejercicio aeróbico puede hacer gran diferencia en la calidad de vida de estas
personas y la de sus familias.
La actividad física aeróbica regular reduce los niveles de amilode,
y esto también ocurre en las etapas iniciales cuando aun no hay síntomas evidentes.
El ejercicio prescripto en la dosis justa favorece un estado
anti-inflamatorio y anti-oxidante en el organismo lo cual reduce los depósitos
de estas proteínas.
Además estas personas obtienen todos los otros beneficios
derivados de la practica de actividad física (mejora de la capacidad cardiorrespiratoria,
de la fuerza muscular, mejora el estado de animo, etc.)
En casos con demencia ya instalada, el ejercicio ha demostrado
reducir la frecuencia de episodios de vagabundeo y agresividad, mostrando un
mejor comportamiento y participación social entre quienes lo practican regularmente.
Los riesgos de la práctica de ejercicio en esta población deben
valorarse individuamente y en función de las otras comorbilidades que el
paciente presente.
Dificultades específicas en esta población a la hora de
ejercitarse:
La pérdida de memoria, por lo cual no se puede dejar en
manos del propio paciente la responsabilidad de cumplir con el plan de
ejercicios: suelen olvidar que días les toca ejercitarse y que deben hacer cada
día.
La depresión, que es frecuente y pueden no tener la motivación
suficiente para iniciar o mantener un plan de ejercicio.
No es recomendable dejarlos por su cuenta ya que pueden
perderse y no recordar el camino a casa, o retornar a una casa donde vivieron
en la infancia.
Los niveles de agitación y comportamientos agresivos son mas
frecuentes al final del día por lo cual éste no es el mejor momento para hacer
actividad fisica.
Los ejercicios que se indiquen deben ser simples (caminar,
pedalear, trotar) ya que es mas probable que olvide o tenga dificultad para
realizar tareas complejas como deportes en equipo o circuitos de
fortalecimiento.
De baja intensidad, adecuada a la capacidad funcional y de
una modalidad que el paciente conozca y disfrute.
Enfatizando ejercicios posturales y de fortalecimiento en zonas
musculares mas débiles.
Estas personas necesitan que el ejercicio sea prescripto por
un profesional y luego sea siempre supervisado por un familiar capacitado o un
fisioterapeuta a cargo quien debe estar familiarizado con las características
de la enfermedad y como actuar frente a las posibles complicaciones que puedan
surgir durante la sesión (brotes de agresividad, amnesia, comportamiento
inadecuado, etc)
“Lo peor que pueden hacer es mantener a sus
seres queridos en casa mirando televisión" María Carrillo, directora
de ciencia de la Asociación para el Alzheimer.
Fuentes:
- ACSM`S
excercise Management for persons with chronic diseases and disabilities 3rd
edition
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