viernes, 1 de mayo de 2015

Como regla general en la naturaleza sobrevive el más fuerte, el más ágil o el más rápido.

Pero de alguna manera unos monitos debiluchos y con cráneos desproporcionadamente grandes han logrado sobrevivir y distribuirse por todo el planeta.

El ser humano no es un animal rápido ni fuerte…hasta la persona mas entrenada del mundo tiene problemas para sobrevivir si se la deja sola en el medio de la selva, en la sabana o en la Antártida

Solamente somos inteligentes... ¿es ése el éxito de nuestra superviviencia? 

Obviamente la capacidad de "darse maña" con lo que hay a mano es una parte importante, pero los humanos antiguos no se alimentaban con manejo del fuego y elaboración de utensilios.., se alimentaban porque eran capaces de conseguir alimentos persiguiendo durante horas a la presa hasta que ésta caía al suelo fatigada y era una presa fácil para los debiluchos humanos.

Entonces.....¿nacimos para correr?

Como corredores nos encantan estas teorías de que el humano ha evolucionado para correr ultramaratones a diario y de esta forma justificar el vicio.....y si bien tenemos ciertas adaptaciones que nos hacen animales corredores, la realidad no es tan así como que nacimos para correr, sino mas bien como que estamos adaptados a una actividad física importante y a diario.

El humano primitivo debía moverse mucho más de lo que hoy se mueve para sobrevivir. Pasaban épocas de hambre y épocas (mas cortas) de abundancia, debían ser capaces de almacenar cualquier exceso de calorías como grasa y así poder sobrevivir los días en que el alimento escaseara. Debían ser capaces de digerir todo tipo de alimentos (por eso somos omnívoros) frutas, carnes, mariscos, lo que encontraran.

Debían tener gran tolerancia a la fatiga para poder cazar por persistencia, caminar horas buscando frutos, debían ser ágiles para meterse en el mar a buscar peces o subir a los arboles a recolectar frutos.

Eso sumado a los aspectos sociales que la vida en sociedad impone; rituales, bailes, etc.
El humano antiguo pasaba todo el día moviéndose y su organismo estaba adaptado a eso.

Si pensamos en la evolución del universo como un evento de 24 hrs, el neolítico comenzó hace 10 minutos, la revolución industrial fue hace 3 segundos y la revolución informática hace menos de 1 segundo.

Nuestro genoma aún es igual al de esos antepasados cazadores recolectores, nuestros sistemas orgánicos se atrofian si no estamos continuamente estresándolos y forzándolos a adaptarse. De esa atrofia surgen varios males “modernos”: obesidad, sarcopenia, insuficiencia cardíaca, etc.

Cuanto más resistente fuera el humano antiguo, más chances de sobrevivir tenía.

Recientemente un conocido portal de noticias y actualizaciones médicas (intramed) publicó un artículo interesante


El autor sostiene que parte de la evolución estuvo influida por este tipo de selección,, los más resistentes tenían mas chance de sobrevivir, y a la vez eran más elegidos para reproducirse, (señal de una genética más favorable al entorno). Permitiendo así que se perpetúen estos genes “corredores”


"La observación de que la habilidad de correr largas distancias está relacionada con el potencial reproductivo de los hombres sugiere que las mujeres de nuestro pasado cazador-recolector eran capaces de identificar esta habilidad como una señal de una buena pareja reproductiva”

"La habilidad de conseguir carne habría indicado cualidades subyacentes de resistencia atlética, así como inteligencia, para encontrar y superar a la presa, y generosidad, para contribuir en la sociedad tribal” ", Dr. Danny Longman. Universidad de Cambridge.

Punto los fondistas

Me voy a correr

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