Está muy difundida la práctica de usar hielo (o frío) + antiinflamatorios después
de entrenar para mejorar la recuperación.
El frío enlentece el metabolismo celular reduciendo la
producción de sustancias pro-inflamatorias en la zona. Estas sustancias atraen
agua desde la sangre al tejido y provocan el edema (hinchazón), además actúan
sobre los nervios sensitivos provocando dolor. Por eso es el principal aliado en
el tratamiento precoz de la mayoría de las lesiones deportivas, ya que si hay
menos inflamación habrá menos dolor y menos edema.
Pero las sustancias pro-inflamatorias también tienen una
acción beneficiosa y es que atraen células desde la sangre para que reparen el
tejido lesionado. Entonces nos encontramos con que el hielo es un arma de doble
filo: por un lado baja el dolor y el edema, pero por otro lado hace que lleguen
menos células reparadoras al sitio de lesión.
Cuando hay una lesión, el proceso inflamatorio puede agregar
más daño al tejido (que se suma al causado por la lesión en si misma). Por
ejemplo en un esguince de tobillo por rotura parcial de un ligamento, el edema
va a provocar rigidez y adherencias en los tejidos que luego van a dificultar
la rehabilitación. En estos casos los beneficios de usar hielo y suprimir la producción
de sustancias pro-inflamatorias superan al hecho de reducir el número de
células reparadoras.
Cuando hablamos del hielo o los antiinflamatorios para reducir el dolor post entrenamiento el tema es
diferente.
Cuando uno entrena busca sobrecargar de alguna manera al cuerpo (sea
por el kilometraje acumulado o por la velocidad sostenida o por los kilos
levantados en las pesas).
Esta sobrecarga ocasiona pequeños daños en el
músculo, en los tendones y en los huesos (todo daño genera inflamación y gracias
a las sustancias pro-inflamatorias llegarán las células reparadoras al tejido).
Luego cuando descansamos el cuerpo repara estos micro daños con éstas células,
supercompensa y se hace más fuerte.
Pero si usamos hielo y antiinflamatorios después de entrenar, ¿no estaremos
suprimiendo el proceso inflamatorio buscado? ¿no estaremos suprimiendo el
mecanismo que hace que el cuerpo supercompense y se haga más fuerte?
La recomendación médica es que el hielo y los antiinflamatorios se usen solamente
cuando el daño generado por entrenamiento sea mayor al esperado (lesión o casi lesión),
o que se usen luego de las competencias: cuando uno no busca supercompensación y
necesita estar apto para volver a entrenar o competir a los pocos días, pero
que no se haga costumbre de usar hielo y antiinflamatorios solo por usar, solo porque todos lo
hacen o porque nos genera discomfort estar con dolores musculares.